Es un producto usado en los procesos siderúrgicos como la escorificación, desulfuración, y la protección de los refractarios. En la minería es un químico básico para recuperar metales como: cobre, plomo, zinc, níquel, plata, oro y elementos radioactivos como el uranio y el radio. En el vidrio, acelera el fenómeno de la fusión agregándole brillantes y color. En el papel, la cal disuelve materiales no celulósicos durante la cocción. También se emplea como agente blanqueador de pulpa y como mejorador del suelo, reduciendo su índice plástico y contracción lineal para su estabilización. En procesos químicos, actúa como regulador del pH y neutraliza reacciones químicas. Este producto también es utilizado en  el secado de lodos para el tratamiento de afluentes en la curtiembre.