
Grupo Calidra y Celulosa Arauco, un caso exitoso de sinergia colaborativa
La compañía referente de cal en Latinoamérica y el gigante forestal chileno se asociaron para hacer frente a una contingencia en una planta de producción de celulosa. Crónica de un ejemplo positivo de cooperación logística y operativa.
La unión hace a la fuerza, reza el dicho popular. Una verdad incontrastable y necesaria para cualquier equipo u organización que pretenda subsistir. Sin embargo, no es tan habitual encontrar ejemplos comprobados de colaboración fructífera entre dos compañías importantes de sectores aparentemente disímiles.
Por eso resulta relevante narrar el paso a paso de un caso reciente de sinergia funcional y logística ante a una vulnerabilidad inesperada que tuvo como protagonistas a Celulosa Arauco y a Grupo Calidra, la empresa referente de cal en Latinoamérica.
Calidra trabaja con Arauco desde 2013 y se afianza en 2017 como proveedor estratégico para la compañía forestal.
Recientemente, la planta Nueva Aldea que posee la empresa en Ránquil, Chile, enfrentó un desafío monumental cuando se detectó una fisura crítica en una de las llantas de su horno de cal, un componente vital para su proceso de producción.
Para entender un poco la magnitud de lo que suponía esta contingencia, el horno afectado es una estructura horizontal de más de 100 metros de longitud, esencial para la producción diaria de 900 toneladas de cal.
La fisura detectada planteó un riesgo significativo: si no se abordaba con urgencia, podía comprometer la integridad del horno completo, paralizando la producción y afectando acuerdos comerciales importantes.
La solución requería fabricar una pieza de repuesto en Europa, luego ensamblarla en Brasil y finalmente instalarla en Chile. Este proceso internacional implicó una compleja coordinación logística, técnica y administrativa para minimizar el impacto en la producción.
Como proveedor estratégico de Arauco, Calidra desempeñó un papel crucial al garantizar el suministro continuo de cal mientras se llevaba a cabo la reparación. Para conseguirlo, redobló esfuerzos, reprogramó su producción y coordinó entregas just in time para consolidar esta compleja operación a través de sus plantas, oficinas y centros de distribución (CEDIS) en Chile, México y Argentina.

Planta Noviciado – Calidra Chile
“Todas las plantas de celulosa se autoabastecen de cal. Pero tienen pérdidas en el proceso que pueden rondar entre un 4% y un 8% de la producción total. Arauco produce cerca de un millón de toneladas de cal por día. Grupo Calidra le suministra cal para suplir sus pérdidas”, explica Hernán Romero, Representante Comercial de Calidra Chile.
Durante los 16 días que estuvo detenida la planta de Arauco, Grupo Calidra abasteció cerca de la mitad del total de cal que proveen durante un año. El volumen de entrega en esas dos semanas fue equivalente al 40% de las entregas totales del 2023.
Tres alternativas de salvataje
Vale profundizar en los detalles de la operación. Al momento de la contingencia, Celulosa Arauco planteó tres escenarios posibles. El primero era apagar la planta para reparar esa sección del horno, una opción que implicaba multas onerosas por los compromisos ya cerrados con grandes clientes.
El segundo escenario era seguir operando durante aproximadamente tres meses -hasta la parada general de Nueva Aldea ya prevista- con cal externa. Pero no hay empresa de cal en el mundo con la capacidad de acopio, entrega y almacenamiento en planta para suplir esa demanda durante un trimestre o más.
Se optó por un tercer escenario con tres paradas provisorias de planta, abasteciéndose con cal Calidra. En abril, se detuvo el horno 8 días para verificar los daños. En mayo fueron 16 días de parate y entrega constante: todos los días, cada una hora, entre 25 y 26 camiones llegaron para abastecer a la planta con óxido de calcio de alta ley.
“Hacemos este tipo de cambios y de adaptaciones varias veces al año. Aquí lo complicado fue hacerlo de un día para otro. No hubo posibilidad de planear mucho y de adelantar producciones. Así que más que nada fue reaccionar y ponernos a trabajar”, explica Rafael Vázquez Orozco, Director de Operaciones de Calidra México, una pata fundamental para el éxito de la operación.
Un soporte clave al norte
Los equipos de operaciones y logística de Calidra México dieron un paso al frente para estar a la altura de las exigencias técnicas y de calidad que Arauco requería, y así poder entregar óxido de calcio premium de la planta de Acajete.
La planta de Acajete es la más grande de Calidra. Es la planta que tradicionalmente utiliza Calidra México para hacer exportaciones. Antes de esta urgencia con Arauco, se estaban preparando dos nuevos proyectos de exportación: uno para República Dominicana y otro para Jamaica.
“Cuando llega el pedido de Arauco, habilitamos y modificamos una sección de la planta para poder cargar un tercer pedido de exportación al mismo tiempo. Acajete tiene la ventaja de que es relativamente rápido hacer esas modificaciones. Pero tuvimos que atender las tres líneas en simultáneo. Tuvimos camiones y montacargas por toda la planta; tuvimos que incrementar nuestro equipo de montacarguistas casi al doble.”, cuenta Vázquez Orozco.
El aumento de producción en un espacio de tiempo acotado representaba para el equipo de Acajete un enorme desafío, el cual se afrontó con gran éxito y profesionalismo: lograron entregar óxido de calcio de alta ley a Calidra Chile en las cantidades que se necesitaba para Arauco en esta parada imprevista.
“Tuvimos que hacer una inversión extra para colocar un molino adicional en el área de cal viva. También implementamos la plantilla de montacargas, los andenes de carga de contenedores marítimos e incrementamos la plantilla de personal operativo -sobre todo montacarguistas- para cumplir con los volúmenes de carga que el cliente nos pidió”, aporta Ricardo Durán Sagas, gerente de la planta de Acajete.
“Hubo varios desafíos de tiempos y coordinación atípicos en esta operación, desde buscar espacio en los barcos para el volumen inicial hasta generar las reservas para separar los contenedores vacíos que se presentaran en planta para cargar”, informa Héctor Haro, Coordinador de exportaciones/importaciones de Calidra México.
Para hacer llegar el producto a los centros de distribución de Chile -principalmente el CEDIS de Rancagua- el área de logística en México consolidó un gran número de contenedores por vía marítima desde puerto Manzanillo a los puertos de San Antonio y Coronel en Chile. Rancagua se convirtió en el corazón de este proceso logístico. Allí se desconsolidaron 25 contenedores por día durante una semana en tiempo récord. 16 de esos contenedores llegaban diariamente de México.
Entonces el reto más importante fue construir los inventarios adecuados para que los bookings de los contenedores estén presentes en la carga, para no tener demoras en esa carga, evitar sobrecostos, y que los contenedores lleguen a tiempo a puerto”, explica Rafael Dagda, Director de Logística y Servicio en Calidra México.
Del volumen completo de cal viva, un 60% llegó desde Argentina y un 30% se importó desde México. Mientras que el producto que provenía de México se entregaba directamente en el centro de distribución de Rancagua, el de Argentina se pasaba primero por la planta de Noviciado, en Chile.
Esta compleja operación logística a través de fronteras logró concretarse gracias a una planificación precisa y conjunta apalancada en la honestidad en la comunicación y la confianza plena entre los equipos de Chile, México y Argentina.
Garantía de suministro y capacidad de almacenamiento
Si hubiera que puntualizar dos atributos que destacan a Grupo Calidra como referente de la cal y que permitieron este salvataje a Arauco, esos son garantía de suministro y capacidad de almacenamiento.
“En la región existe un solo productor de cal con mayor capacidad de producción que Calidra, pero ninguno posee nuestra capacidad de acopio, calidad de producto o seguridad de suministro. Sus plantas se encuentran muy lejos y no tienen la especificación de alta pureza que requiere el cliente”, asegura Roberto Hurtado, Coordinador de Logística de Calidra Chile.

Bolsones de OXID en planta La Laja, San Juan
A eso hay que sumar la flexibilidad en la gestión logística. Calidra amplió su red de transportistas y optimizó sus procesos de importación desde México y Argentina, asegurando que los envíos de cal llegaran puntualmente a los puertos chilenos de San Antonio y Coronel.
“Nuestra experiencia y know how no es fácil de encontrar en el mercado”, dice Romero. “Podés traer toda la cal que quieras de diferentes partes del mundo. Pero en Chile la cal es considerada una sustancia química peligrosa. Entonces necesitas saber cómo ingresarla y qué vas a hacer con ella una vez que la declares. El cliente valora ese know how que nos destaca del resto”, agrega.
La exitosa cooperación entre ambas compañías, cliente-proveedor, no sólo resolvió un desafío técnico significativo, sino que también subraya la importancia de contar con socios estratégicos confiables y un músculo de distribución robusto en ambos sectores.
“Calidra trabaja cada vez más de manera interconectada en todo el continente. Entonces, si en este caso no salía de Acajete, podíamos recurrir a otras plantas en México o a plantas de Argentina y Colombia que han crecido en capacidad de producción. Eventualmente, esa capacidad competitiva de producir cales especiales de calidad y en cantidad, nos da esa ventaja de ser el más grande de Latinoamérica”, dice Vázquez Orozco.
Además del ejercicio de ingeniería de precisión que realizó el cliente, es un ejemplo de cómo en Calidra, la colaboración, la planificación y la confianza entre los distintos equipos llevaron a garantizar la continuidad operativa en situaciones críticas de un cliente estratégico como es Arauco Chile.